fiebelkorn

[Horacio Fiebelkorn]

 

 

Ambientación  *   Kozmic Blues I   *   King Kong

 

 

AMBIENTACIÓN 

 

Hay una mesa, un
espejo, un mantel sucio, la huella
de alguien en la pared.
Hay
dedos ausentes en cada objeto
en el libro abierto, en la página 9.
Ropa colgada, bufanda. Sonidos
que nadie llama.

El reposo del eco retenido en su borde.
Hay una zona muerta, un lugar
que escapa del ojo, un crujir de maderas.
Pasos, una respiración, una
mano, una
garganta que gime, una descarga de
sombra, un cabello que
cae, una escena inconclusa.

Hay quien se escucha a sí mismo

sin poder mirarse porque está
en zona muerta
                                                         

                                                                                               Ó£

 

 

 

KING KONG

 

            "Y en cuanto a ti hombre blanco." (dominio público)

Parte el aire en cuatro vértices
la gran manzana. Mi pisada
estremece tus llaves, tu transporte, tus

quirófanos. Ya ves: tanto jugaste
con el sudor ajeno, y ahora
son tus hormigas las que huyen. Tanto jodiste

empujando bestias a tu circo, y ahora
reculan tus rubias, y los chicos descubren
su propia bosta en el tren eléctrico.

Perdedores : tendrían que
matarse, no podrán soportar
esta música oscura que se afina en las tripas.

Toda esta humedad que duerme en mis dedos, descarga una plegaria tan
profana como tu santo argumento
para quemarme en los espejos.                          

                                                                                               Ó£
 

 

KOZMIC BLUES I

 

A distancia prudente de la Tierra, Eros el asteroide
mantiene atrapados en su superficie  los restos

de numerosos choques.

Gira desde hace 100 millones de años.

Eros podría provocar un desastre
si chocara con nuestro planeta, pero nunca
van a cruzarse sus caminos.

Alguien dijo: "Eros es un buen ejemplo, si querés
conocer  la materia más antigua
del sistema solar"
 
Cómo puede un cuerpo celeste tan pequeño
guardar tantas embestidas .

Huellas de choques e impactos con otros cuerpos
a lo largo de  4.500  millones de años .

Los astrónomos no entienden nada.

Para ellos incluso  es  un misterio  la diferencia
entre un cometa y un asteroide .

Piensan algunos que cuando los cometas
pierdan su capa de  hielo
podrán convertirse en asteroides.

Perderán su brillo, y crecerá su apetito.
Hambrientos cuerpos del cosmos, 
portadores  de cada fuego
que haya reventado en su corteza.

Eros tiene algunas  claves del origen
de la Tierra y el sistema solar y también
el secreto de algún encontronazo
que pudiera destruirla.

El que lo bautizó
comprendió de qué se trata.

El que nombró de ese modo al  extraño
cuerpo que lleva  la verdad y su revés, lo que somos
y no, lo que seremos y  nunca fuimos,
en la curva profunda.

 

 

 

[Horacio Fiebelkorn, va nàixer el 1958 a La Plata, Argentina. Viu actualment a Buenos Aires. Publicà poemes en diverses revistes, i fou coeditor del tabloide de poesia La Novia de Tyson. Al llarg de més de vint anys realitzà lectures a La Plata, Buenos Aires, Bahía Blanca, Rosario i Montevideo (Uruguai). Publicà Caballo en la catedral (Ediciones El Broche, 1999) i té inèdit el recull Zona muerta, al qual pertanyen els poemes que publiquem.]

 

                                                                                                     Ó£

 

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