pacheco

| entrada | Llibre del Tigre | sèrieAlfa | varia | Berliner Mauer |

 

 

 

 

[José Emilio Pacheco (Ciutat de Mèxic, 1939-)]

 



Álbum de zoología

El fantasma

El mar sigue adelante

Gato

Las jaulas

Péndulo

Torre de naipes
Tratado de la desesperación: los peces

 

 

 

Álbum de zoología

 

Mirad al tigre:
su altiva pose de vanidad satisfecha,
dormido en sus laureles, gato persa
de algún dios sanguinario.
Y esas rayas
que encorsetan su fama.
Allí en la jaula,
como estatua erigida a la soberbia,
el tigre de papel, el desdentado
tigre de un álbum infantil.
Ociosa
en su jubilación
la antigua fiera
de rompe y rasga
sin querer parece
el pavo real de los feroces.

 

 

[No me preguntes cómo pasa el tiempo]

 

Δ

 

 

El mar sigue adelante

 

Entre tanto guijarro de la orilla
no sabe el mar en dónde ha de romperse

¿Cuándo terminará su infernidad que lo ciñe
a la tierra enemiga,
como instrumento de tortura,
y no lo deja agonizar,
no le otorga un minuto de reposo? 

Tigre entre la olarasca
de su absoluta impermanencia.
Las vueltas
jamás serán iguales;
la prisión
es siempre idéntica a sí misma

Y cada ola quisiera ser la última,
quedarse congelada
en la boca de sal y arena
que está diciendo siempre: adelante.   

 

             

[Islas a la deriva]

 

Δ

 

 

El fantasma 

 

Entre sedas ariscas deslizándose
todo misterio, todo erizada suavidad acariciante
el insondable, el desdeñoso fantasma,
tigre sin jaula porque no hay prisión capaz de atajar
esta soberanía, esta soberana soberbia,
el gato adoptivo,
el gato exlumpen sin pedigrí (con prehistoria),
deja su harén y con elegancia suprema
se echa en la cama en donde yaces desnuda.

 

[Los trabajos del mar]

 

Δ 

 

Torre de naipes

 

Piso la tierra que no es firme
sino más bien caliza y se desmorona.
Torre de naipes, fugaz castillo de arena
los días que nos tocaron movedizos.
No existen puentes.
Hay que enfangarse para cruzar el pantano.
La niebla no permite ver el camino.
Todos los que ignoran
van inventando en sus adentros un tigre.
Y entre el desgarramiento y la asfixia
se arrastran hacia su playa de luz
únicamente para arder en su lumbre.

 

 

[Los trabajos del mar]

 

Δ

 

Tratado de la desesperación: los peces

 

Siempre medita el agua del acuario
Piensa en el pez salobre y en su vuelo
reptante
                  breves alas de silencio
El entrañado en penetrables líquidos
pasadizos de azoque
                              en donde hiende
su sentencia de tigre
                              su condena
a claridad perpetua
                              o ironía
de manantiales muertos tras dormidas
corrientes de otra luz
                              Claridad inmóvil
aguas eternamente traicionadas
o cercenado río sin cólera
que al pensar sólo piensa en el que piensa
cómo hundirse en el aire
                               en sus voraces
arenales de asfixia
                               Ir hasta el fondo
del invisible oleaje que rodea
su neutral soledad
                                por todas partes

 

Δ

 

Gato

 

Ven, acércate más.
Eres mi oportunidad
de acariciar al tigre
- y de citar a Baudelaire.

 

 

[Alta traición, Alianza Editorial, Madrid 1985]

 

Δ

 

 

Péndulo

 

El obsesivo péndulo,

El tigre que da vueltas a la Nada.

 

No hay ninguna filosa oscilación

Que no tale un instante de la vida.

 

Pero sin su constancia y su impaciencia

Nunca hubiéramos sido.

 

No estaríamos

Aquí frente a su cuenta que se acorta.

 

[Como la lluvia, 2009]

Δ

 

Las Jaulas

 

En la arena del mundo somos tigres y leones.

Nacemos con las garras bien afiladas.

No hay nadie que no tenga agudos colmillos,

disposición para la lucha, talento innato

Unos cuantos alcanzan el doctorado,

grandes torturadores o asesinos en serie.

Pero todos ganamos nuestro diploma

en la escuela del desamor,

en el colegio del odio,

en el seminario de la intolerancia.

La inmensa paradoja es que se ha hecho justicia

a nadie en el reparto de los males se le negó su rebanada.

Daga es la mano, proyectil el puño,

flecha incendiaria y venenosa es la lengua

y látigo los dedos que abofetean.

Todos nosotros somos ministerio de guerra,

ejércitos compuestos de una sola persona,

tropas de asalto contra el semejante

a quién nunca hallaremos desarmado.

Me haces algo, contesto, me respondes.

Perpetuamos el ciclo interminable.

Y si alguien se atreve a interrumpirlo

será marcado a fuego y hierro

con el terrible: cobarde.

¿A quién honran los pueblos y las artes?

Al que deja montañas de cadáveres

para salvarlos de su error: ser distintos.

La vida sólo avanza gracias al conflicto.

La historia es el recuento de la discordia

que no termina nunca.

El zarpazo bestial es tan humano

como la dentellada.

El heroísmo auténtico sería

entender las razones diferentes,

respetar la otredad insalvable,

vivir hasta cierto punto en concordia,

sin opresión ni miedo ni injusticia.

Pero entonces, señores, no habría Circo,

no habría historia ni drama ni noticias.

No estaría bajando esa cuchilla

que ahora mismo cercena mi cabeza.

 

[Silencio de la luna]

 

Δ

| entrada | Llibre del Tigre | sèrieAlfa | varia | Berliner Mauer |